martes, 30 de septiembre de 2008

De Asesino a Funcionario Federal...




¿Se imagina a tres jóvenes participando en el homicidio de un taxista sólo para saber qué se siente privar de la vida a alguien? ¿Creería que después de los disparos hay risas y ganas de continuar con la fiesta? Hace 21 años, tres amigos de la Colonia Lindavista, en el Distrito Federal, asesinaron a sangre fría al taxista Jesús Palafox Aranda. Después de matarlo se fueron a un bar de moda de la Zona Rosa y bebieron champaña. Hoy, uno de esos tres jóvenes es brazo derecho del Secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna. Su nombre es Luis Cárdenas Palomino y es el Coordinador General de Inteligencia para la Prevención del Delito de la Policía Federal Preventiva. En ese entonces, fue acusado de homicidio calificado, pero su crimen quedo impune. Hoy, Cárdenas Palomino es uno de los funcionarios responsables de proteger a la sociedad de los delincuentes. Además, pretende encabezar la policía nacional que propone García Luna. Este es el expediente secreto de Luis Cárdenas
Palomino.


LA HISTORIA

Luis Cárdenas Palomino, de 39 años, hoy coordinador general de inteligencia para la Prevención del Delito de la PFP, tiene un expediente secreto en la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal: Su nombre aparece en las averiguaciones previas
13ª/4413/987 y 13ª/4419/987 por homicidio calificado.

Reporte Índigo tiene en su poder la copia de dichas averiguaciones, los documentos de todas las diligencias practicadas en torno al caso y los crudos testimonios de Cárdenas Palomino.

Uno de los brazos operativos del secretario de Seguridad Pública Genaro García Luna fue acusado en 1987 de ser cómplice de un triple homicidio perpetrado en agosto de ese año. Entonces tenía 18 años recién cumplidos, por lo que iba a ser juzgado como un adulto, con las penas que ello implica. Por las pruebas contundentes, un juez giró orden de aprehensión contra Cárdenas Palomino. Incluso fue fichado. Pero no fue detenido gracias a la protección que le brindó el entonces jefe de la Policía Judicial del D.F., Jesús Miyazawa, ex integrante de la Brigada Blanca. Los crímenes se cometieron a sangre fría. La tarde del 12 de agosto de 1987, después de asesinar al taxista Jesús Palafox Aranda por la simple razón de que no tenían dinero para pagar un traslado de la Colonia Guerrero a la Linda Vista, Cárdenas Palomino y su amigo Octavio Navarro Medellín se fueron tranquilamente a tomar unas cervezas a un estanquillo de la colonia y luego a bailar a la discoteca “Sugar” en la Zona Rosa.
Se supone que uno de los requisitos para ingresar a corporaciones como el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), PJF, AFI y PFP –donde ha trabajado Cárdenas Palomino– es no tener antecedentes penales. Ésta es la historia secreta de Cárdenas Palomino, quien trabaja al lado de García Luna desde hace más de 15 años, cuando estuvieron juntos en el Cisen.

A SANGRE FRÍA

El 12 de agosto de 1987, Cárdenas Palomino fue a comer con sus amigos René Alavez Rosas, de 18 años, y Octavio Navarro Medellín, de 21, quien estaba casado. Todos vecinos de la Colonia Lindavista. Comieron en el Bar Puebla, ubicado en la Colonia Guerrero. Como no traían dinero para pagar la cuenta, dejaron empeñados sus relojes. Al salir, Octavio propuso pedir aventón a algún vehículo en el que viajaran mujeres, o en su caso, bajar de su automóvil a alguna persona.
René les dijo que no se metieran en problemas, que mejor tomaran un taxi y cuando llegaran a su destino, él le pediría a su madre dinero para pagar el pasaje. Cárdenas Palomino le hizo el alto a un taxi Volkswagen color coral tripulado por un hombre de 29 años, Jesús Palafox Aranda, quien los llevó a la Colonia Lindavista. Según su declaración asentada en el acta de la policía judicial número PJ/VII/67/987, René declaró que cuando llegaron a la colonia, él se quedó en el taxi, mientras que Octavio y Luis se bajaron porque supuestamente iban a ir por dinero.
Regresaron y le dijeron a René que ahora se iban a ir con unas “viejas”. Abordaron de nuevo el taxi y le indicaron al chofer la ruta que debía seguir. Cuando habían avanzado unas cuadras, le pidieron que se detuviera. Fue cuando Octavio sacó una pistola tipo escuadra.
“Y con la citada arma amenazó al taxista apuntándole con ella y le preguntó si traía dinero, a lo que el taxista le respondió que no, que acababa de comenzar su turno y por ello no traía dinero, entonces fue en ese momento en que Octavio le dijo al taxista que se orillara y el taxista viró el volante del vehículo bruscamente a la derecha y con el movimiento brusco el de la voz sintió que el vehículo en el que viajaban se subía a un lugar alto como una banqueta y en el mismo instante en el que el de la voz sintió lo anterior, el declarante escuchó una detonación sin saber en ese momento lo que había ocurrido, pero cuando estaba ya parado el taxi, sin saber cómo se detuvo, el emitente se percató de que en el cristal lateral del lado izquierdo del vehículo había sangre”, declaró René Alavez Rosas el 28 de agosto de 1987.
Los tres se bajaron del coche y se fueron caminando, cada uno por su lado. A las dos de la mañana del 13 de agosto, René recibió una llamada de Octavio, quien le dijo que después de lo ocurrido, Luis y él se habían ido a la discoteca “Sugar” de la Zona Rosa, pero que los habían sacado de ahí y que Cárdenas Palomino se había echado a correr.

CONFESO

Cárdenas Palomino confesó ante el MP que continuó con Octavio hasta la noche. “Fue entonces cuando el externante y Octavio comenzaron a caminar juntos sin saber hacia dónde se dirigían, y en el camino le dijo al de la voz que los tres se iban a ir a Cuernavaca unos quince días para ver si no caía la bronca, diciéndole el emitente que mejor se iba a su casa, a lo que Octavio dijo que no, que se iba a quedar con él hasta que él dijera, mirando al exponente al mismo tiempo que se reía, por lo que al de la voz le dio miedo la forma de actuar de su amigo y optó por seguirlo por temor a que le fuera a causar algún daño”, señaló Cárdenas Palomino en su declaración ministerial el 28 de agosto de 1987, en la Décima Agencia Investigadora del Departamento de Averiguaciones Previas del Sector Oriental del D.F. Cárdenas Palomino confesó que después del homicidio del taxista, se fueron a la casa de la madre de Octavio, quien irónicamente vivía en la calle Matanzas, esquina con Calzada Ticomán. En la casa de la mamá de Octavio tomaron un auto, dinero y se fueron a tomar unas cervezas. Cárdenas Palomino argumentó que por miedo a su amigo, no se separaba de él. También bebió.
Cárdenas Palomino regresó a su casa, pero después, persuadido por Octavio, tomó su coche e hicieron planes para ir a Cuernavaca.
“Octavio le dijo al del habla que si ya se iban a ir a Cuernavaca, pasaran por unas viejas para que los acompañaran diciéndole que fueran a ver a unas amigas de él en una calle cuyo nombre ignora pero es en la Colonia Lindavista al otro lado de Montevideo”.
Cuando llegaron al lugar, estaba estacionado un Tsuru color rojo en el cual había unos sujetos tomando. Octavio al dicente del bar…”, dice en la declaración de Cárdenas Palomino. Según declaró Cárdenas Palomino, él aprovechó el momento para separarse de su amigo, a quien supuestamente no volvió a ver.
La madrugada del 13 de agosto aparecieron muertos en el interior de un mustang blanco modelo 1984 dos sujetos de entre 20 y 25 años. Uno de ellos de nombre Guillermo Ocejo Aja. Los dos de prominentes familias de Bosques de las Lomas. Fueron asesinados con la misma arma que le había dado muerte al taxista. A uno de los dos sujetos le robaron un Rolex y 50 mil pesos.

PROFUGOS

Luis Cárdenas Palomino y René Alavez Rosas presentaron sus declaraciones 12 días después de los hechos. Sus palabras fueron prácticamente idénticas. La diferencia fue que René dijo que se había reencontrado con Octavio después de que éste había matado a los y Luis se bajaron del coche, y como uno de los desconocidos comenzó a insultar a Cárdenas Palomino, éste lo golpeó. Así comenzó una pelea. Octavio agarró a patadas a uno de los otros jóvenes. Los dos amigos corrieron a su automóvil, se subieron y se dieron a la fuga. Octavio propuso ir al aeropuerto, pero luego le dijo a Cárdenas Palomino que era mejor ir a la disco “Sugar” para recoger a unas “viejas” y llevárselas a Cuernavaca. Ahí pidieron una botella de champaña, como si festejaran algo. “…después Octavio comenzó a platicar con una muchacha amiga suya que encontró en el lugar y rato después dicha amiga se retiró y enseguida Octavio se levantó de su lugar y sin saber el motivo comenzó a pelearse con varias personas que estaban en el lugar, por lo que el declarante para ver qué pasaba, también fue golpeado por los sujetos con los que estaba peleando Octavio y cuando lo estaban golpeando llegaron varios meseros y sacaron dos hombres del mustang blanco y que lo acompañó hasta el 15 de agosto. René señaló que luego de ir a la casa de su abuelita en un poblado de Michoacán, llegaron a la ciudad de Guadalajara, donde Octavio tomó un autobús con destino a Monterrey, Nuevo León, porque un amigo le prometió que lo ayudaría a cruzar a Estados Unidos.
Cárdenas Palomino y René afirmaron que ellos no estaban presentes cuando ocurrieron las otras dos ejecuciones. Pero Roxana, la esposa de Octavio, declaró lo contrario. Dijo que la última vez que vio a su esposo fue cuando se iba a ir a comer con sus amigos.
“Y que también supo que su esposo había sido acompañado por Luis Cárdenas Palomino y René Rosas ‘N’, quienes lo acompañaron a cenar el día 12 del mes de agosto y también se enteró que los mismos sujetos acompañaron a su esposo en los hechos del mustang blanco sin poderlo ella asegurar”.

IMPUNIDAD

El caso del triple homicidio fue tomado en primera instancia por el comandante Roberto Cuevas Antolín. El agente del Ministerio Público Francisco Sentecal Cuevas había solicitado al juez sexto penal del fuero común en el D.F. que girara órdenes de aprehensión contra Cárdenas Palomino, Alavez Rosas y Navarro Medellín. Pero nunca se ejecutaron. El 14 de agosto, el comandante Antolín, jefe del Grupo B de Homicidios y responsable del caso, identificó al presunto homicida y sus cómplices. Se giraron órdenes de aprehensión contra Cárdenas Palomino, Alavez Rosas y Navarro Medellín; sin embargo, en el momento en que iban a ser detenidos, intervino el comandante Pedro Rosales Quiroz, jefe de la Séptima Comandancia de la Policía Judicial, por instrucciones del entonces director de la Policía Judicial del D.F., el capitán Jesús Miyazawa, quien ordenó a Antolín dar carpetazo al caso.
Era un claro caso de tráfico de influencias porque en aquel entonces, la novia de Cárdenas Palomino era Teresa Rosales, hija de Rosales Quiroz.
Los otros dos partícipes tampoco fueron detenidos. Octavio tenía influencias porque su padre Octaviano Navarro Barrón era subdelegado de Aduanas en Cancún. Además, todos sus tíos tenían puestos en la Dirección General de Aduanas.
Irónicamente, Cárdenas Palomino optó por ser policía y ha trabajado al lado de Genaro García Luna desde que ambos fueron parte del Cisen. Además, según diversas versiones, Luis Cárdenas fue protegido durante el sexenio pasado directamente por el procurador general de la república, el general Rafael Macedo de la Concha.
La historia policíaca de Cárdenas Palomino siempre ha estado plagada de señalamientos por corrupción y encubrimiento.
Ahí está el caso de la extorsión y homicidio de Enrique Salinas de Gortari, delito presuntamente perpetrado por agentes de la AFI al mando de Cárdenas Palomino. También está el caso de las órdenes de aprehensión giradas contra Luis de la Barreda Moreno, las cuales debieron haber sido ejecutadas por Cárdenas Palomino, pero no se cumplimentaron. Por cierto, De la Barreda fue compañero de Miyazawa en la terrible Brigada Blanca. El caso más reciente es el de Lorena González Hernández, identificada como integrante de la banda que secuestró a Fernando Martí. Resulta que los jefes directos de la comandante Lore en la PFP eran Cárdenas Palomino y el subsecretario de Estrategia e Inteligencia Policial Facundo Rosas Rosas.

Pequeño detalle...

Ay Marianito, no das una!!


El muchacho sale muy formalito, muy maquilladito o de plano con un excesivo trabajo de “photoshopeo” para eliminar esas pequeñas imperfecciones del rostro, particularmente lo abotagado por el abuso en el consumo de bebidas alcohólicas, pero va, el compita llama la atención con su anunciote en pleno Hermosillo Flash.

Mariano Rodríguez Ahumada, el Superman de las damas maltratadas, algo así dice su pancarta donde igual promociona su chirris fundación dizque altruista; aparentemente es una fundación de ayuda a las mujeres que sufren del maltrato doméstico pero en los hechos no deja ser una burda maniobra de supuesta proyección política.

Vale precisar también que Marianito es funcionario de la Comisión Nacional de Pesca (Conapesca) bajo el cobijo del fallido ex candidato panista a Gobernador, Ramón Corral Ávila, aunque ya la verdad el compita pasa más tiempo acá en su labor proselitista que desquitando el cheque de 100 mil pesos mensuales más viático que devenga como subcomisionado; vaya pues, diciéndolo sin tapujos diríamos que este triste remedo de político es un clásico “aviador” que cobra y bien, sin hacer nada.

Pero el asunto no es que salga en el anuncio en mención muy afiladito y hasta con cierto coqueto mirar, así como de…, como de…, bueno, usted me entiende, con una mirada medio aterciopelada, y que además sea parte de la artillería aérea de la Conapesca, por aquello de ser un “aviador”, no, eso sería lo de menos, el asunto es que además de todo ello Marianito es todo un dolor de cabeza por su maldita costumbre de ponerse hasta el gorro de briago y darle por conducir sin respetar las más elementales formas poniendo en grave riesgo de sufrir un accidente a él mismo y a quienes se le atraviesan en su camino.

Andaba amanecido

Lo más reciente tuvo lugar la mañana del pasado sábado, por ahí de las seis de la mañana, sí, de las seis de la mañana, cuando cruzó velozmente y sin detenerse en la luz roja el semáforo ubicado en el cruce del bulevar Gómez Farías y Periférico, siendo entonces perseguido por un oficial de Tránsito de apellido Solís Arredondo, número de credencial 644.

Es importante precisar que Marianito no iba haciendo ejercicio y vestido con ropa deportiva, sino que iba hecho la mocha conduciendo una lujosa camioneta color gris rata de la marca BMW, haciendo caso omiso de la orden de detenerse por parte del oficial de Tránsito, iniciándose entonces una corta persecución hasta que el sospechoso se detuvo frente a una residencia y entró como alma que lleva el diablo para no ser detenido.

Ahí el agente supo que la unidad motriz era propiedad del diputado federal panista, Luis Fernando Rodríguez Ahumada, carnalín de Marianito, aunque quien conducía el automóvil era este último según pudieron reconocerlo al recordar el megaposter suyo colocado en la base de la torre del Hermosillo Flash; ahora sí que el pez por su boca muere, pues si no fuera por esa fotota del Marianito ni quién lo reconozca al ingrato.

Luego sucedió que una doñita que salió a atender al oficial de Tránsito le dijo que efectivamente el carro era de Luis Fernando, pero que en ese momento lo manejaba un tal Pedro Pérez en un clásico y burdo intento por tumbarle la bronca a los Hermanos Barcel, por aquello de que al interior del PAN los agarran de botana, y que si así lo deseaban, podía llevarse la camioneta el corralón y que después irían por ella a recogerla.

Antes de proceder a llevarse con grúa la lujosa camioneta, el oficial a cargo alcanzó a distinguir a Marianito mientras se asomaba como chamaco que hizo travesura por una ventana, aunque era difícil poder reconocerlo dado lo abotagado de su rostro producto de varias horas de parranda y vaya usted a saber de cuántas cosas más.

Por cierto, la BMW no pudo ser recuperada el sábado y menos el domingo que está cerrado el corralón, así que no fue hasta ayer por la tarde cuando se pudo hacer el papeleo y respectivo pago de multas ante la Tesorería Municipal para poder retirarla; dicen que ayer mismo Luis Fernando y Marianito le quitaban con agua caliente los pegostes del engomado que les colocan a las puertas y cajuelas de los carros cuando son llevados al corralón.

En cuanto a la jornada parrandera de Marianito, misma que inició temprano el viernes en una nueva cantina llamada London Pub, y después en un par de antros del rumbo de la avenida Juárez, cerca del Gimnasio del Estado, porque ya en el Tantra no lo dejan entrar por ser persona conflictiva y pendenciera nomás trae unos tragos entre pecho y espalda.

Y mire usted que este mismo personaje es el mismo que se anuncia como el Superman de las mujeres maltratadas; qué acaso no sabrá que es precisamente el consumo desmedido de alcohol lo que deriva en tantas agresiones hacia mujeres por parte de sus esposos, amantes y novios.

Pobre sujeto.

martes, 23 de septiembre de 2008

Que buenas "compensaciones"...

Leyendo la nota que saco el Universal acerca de los sueldos de los funcionarios del Instituto de la Juventud, me doy cuenta que la razón por la cual no mandan dinero al Estado es gracias a sus elevadas "compensaciones". Es bueno saber que nuestros impuestos se van a manos de personas con puestos inútiles.

Instituto de la Juventud, ‘coto’ de la líder de AN
La presidenta del PAN en el DF, Mariana Gómez del Campo, ha utilizado el Instituto Mexicano de la Juventud (IMJ) como refugio de sus colaboradores y cercanos

Jorge Ramos
El Universal
Lunes 22 de septiembre de 2008
jorge.ramos@eluniversal.com.mx

En el Instituto Mexicano de la Juventud (IMJ) hallaron cobijo cercanos colaboradores de la presidenta del Partido Acción Nacional (PAN) en el Distrito Federal, empezando por la titular del mismo, Priscila Vera Hernández.

La directora del IMJ fue afín colaboradora de Mariana Gómez del Campo en el tiempo que ella fue diputada local de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.

Vera Hernández también ocupa el lugar número 42 en la lista de integrantes del Consejo Regional de Acción Nacional en el Distrito Federal. Además la percepción salarial de la directora IMJ (poco más de 153 mil pesos netos mensuales) es mayor a la que recibe un subsecretario de Gobernación (142 mil pesos).

Al menos dos funcionarios del instituto se han desempeñado a la vez como consejeros regionales del PAN en el DF.

La dirigente panista en la capital comentó a través de Amaury Alcocer, secretario de Comunicación del PAN-DF, que no es irregular que su ex secretario particular, así como Vera y “algún otro” servidor cercanos a ella, sean funcionarios del IMJ.

Alcocer comentó que no debe extrañar que muchos panistas con cargos en el gobierno sean sus amigos, debido a que ella tiene una trayectoria política en este partido de muchos años.

Presencia albizul

Orlando Anaya González, quien desde el 1 de julio de 2008 ocupa la Dirección de Salud del Instituto, fue secretario particular de Mariana Gómez del Campo.

Manuel Ávalos, quien fue director de Información de la fracción del PAN en la ALDF es actualmente subdirector de Salud y Medio Ambiente del IMJ.

Hay otros funcionarios del instituto que al mismo tiempo forman parte del Consejo Regional del PAN en el DF, entre ellos el número 85, Carlos Emiliano Ávila Pérez, quien recientemente renunció al IMJ luego de ocupar la Secretaría Técnica y la Subdirección de Empleo.

Enrique Lorenzo Carrillo, subdirector de Estímulos del instituto, también es consejero regional del PAN, según la información en la página de internet del IMJ.

Salario generosos.

Un funcionario de alto nivel del órgano de la juventud recibe de 28 mil hasta 153 mil pesos mensuales.

- El suelo base mensual de Priscila Vera Hernández, según el tabulador de la página de internet del Instituto Mexicano de la Juventud, es de 17 mil 629.88 pesos, más 135 mil 853.47 pesos de “compensación garantizada mensual”, que suman una “percepción ordinaria bruta” de 153 mil 483.35 pesos.

- Un director en el instituto juvenil, como el ex secretario particular de Gómez del Campo, tiene sueldo base mensual de 8 mil 157.13 pesos, más 47 mil 972.08 pesos, que suman una “percepción ordinaria bruta” de 56 mil 129.21 pesos.

- Un subdirector en el instituto de la juventud tiene un sueldo base mensual de 7 mil 666.09 pesos, más 20 mil 998.07 pesos, que suman una “percepción ordinaria bruta” de 28 mil 664.16 pesos.

Sueldo Comparables

En comparación, cada uno de los cinco subsecretarios de la Secretaría de Gobernación gana un sueldo base de 23 mil 667.18 pesos al mes, más 171 mil 041.16 pesos de compensación, aunque con los descuentos de impuestos finalmente su percepción mensual neta es de 142 mil 206.13 pesos.


miércoles, 10 de septiembre de 2008

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